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El Respeto a la Vida
Las prácticas agrícolas tradicionales de nuestros antepasados mayas, mantenidas vivas por nuestros pequeños productores, aprovechan al máximo los recursos locales,
minimizando u obviando el uso de insumos externos, asegurando un producto saludable para el consumidor.
El sistema productivo del café incorpora árboles para sombra, lo que se constituye en un bosque artificial que cubre la mitad de las faldas de los volcanes del
Lago de Atitlan y contribuye a la conservación de la flora y fauna local: además, suministra materiales de construcción, alimentos y una fuente de energía
renovable para las familias indígenas.
Nuestro café es procesado por medio de beneficios ecológicos que minimizan la utilización de agua y aprovechan los desechos generados en la operación.
Una parte significativa de nuestros cafetales es producida con técnicas orgánicas y cumple con los estándares de producción orgánica de la Unión Europea y de los Estados Unidos.
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